jueves, 22 de diciembre de 2011

Farlander (El Extraño), de Col Buchanan


Recientemente, ha caído en mis manos un ejemplar de "Farlander" ("El Extraño", en su edición española). Se trata del primer libro de la saga The Heart of the World (El Corazón del Mundo), obra del primerizo autor Col Buchanan.
La novela nos introduce en un mundo sombrío, triste, y al borde del colapso. La mayoría de sus habitantes se encuentran bajo el yugo del Imperio de Mann, nacido de una perversa corriente religiosa que tiene como dogma la ley del más fuerte, y en la que comportamientos como la crueldad y el abuso no sólo son permitidos, sino alentados y recompensados.

Tras 50 años de luchas constantes, el último baluarte de la confederación se encuentra en los Puertos Libres de Mercian, escudados tras la ciudad de Bar-Khos, que lleva resistiendo diez largos años de incesante asedio.

No obstante, la soberbia del único hijo de la Sagrada Matriarca de Mann, al asesinar a sangre fría a una mujer bajo la protección de los Röshun (una orden de guardianes/asesinos que habitan en la isla de Cheem), hará tambalearse los cimientos del supuestamente inquebrantable imperio. 

Dichos acontecimientos conducirán al viejo Ash (el röshun más famoso de todos) y a su aprendiz hasta el mismísimo corazón del imperio, sin otro fin que llevar a cabo su vendetta.

La novela rezuma humanidad por los cuatro costados y pone de manifiesto el lado más oscuro del ser humano. La locución latina Homo homini lupus (el hombre es un lobo para el hombre), que adquirió cierta relevancia de mano del filósofo inglés Thomas Hobbes, se ajustaría perfectamente a los hechos que acontecen en este relato. De hecho, en la obra tienen cabida diversas corrientes filosóficas, como son el nihilismo o el budismo, abarcando preceptos de lo más dispar. Algunos de estos elementos son reflejo de las propias experiencias del autor que afirma, entre otras cosas, haber pasado parte de vida como un sin techo en Belfast o haberse "perdido" en un monasterio Zen.

En cuanto a su estilo, podríamos incluir a Buchanan en esta nueva hornada de escritores de fantasía con un gusto marcado por el hiperrealismo. Una narrativa más dura, alejada de esa clásica y edulcorada visión de la  fantasía y que, ojo, no pretendo en absoluto criticar (puesto que considero que, gracias a ella, podemos recoger hoy estos frutos) pero, a la vez, opino que estaba adquiriendo un aire un tanto rancio en los últimos años, conduciendo a este género literario hacia un vórtice del que se presumía dificil escapar.

Buchanan nos presenta un mundo creíble y lleno de matices, con unos personajes trabajados que nos engancharán desde el principio. A pesar de contar con ciertos tópicos propios del género (no hay nada nuevo bajo el cielo) y de tener un ritmo narrativo un tanto irregular, también muestra algunos elementos refrescantes dignos de consideración. Se trata de una obra que, sin grandes alardes, nos hará disfrutar de algunas horas de entretenimiento.

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